El Gusto Café donde desayunamos, cargamos electrónicos y visitamos el baño, estaba en la zona céntrica de Kawaramachi, en el 2o piso de un edificio, entre negocios, oficinas, almacenes, hoteles... Por ser tan temprano, no se notaba mucho, pero esas calles serían un hervidero de gente en poco tiempo. No había bicicletas estacionadas en la acera; había muchos letreros prohibiéndolo. Tuvimos que buscar un parking de bicis, como quien busca donde dejar el coche. Encontramos uno bastante vacío, que costaba 300 yens por bici o moto. Las dejamos con todo y equipaje, aun pensando que era bastante caro!
Después del desayuno, teniendo las bicis y alforjas seguras en un caro parking, decidimos explorar un poco a pie por zonas peatonales cercanas. Volvimos a pasar por Gion, esta vez de día, y por un montón de templos incluído el Yasaka Shrine. Buscábamos el Kyomizu Dera, pero estaba mas lejos de lo que parecía y en dirección opuesta al parking. Irónicamente, de haber ido en bici, habríamos llegado en un momento!
se llenó el parking! |
De vuelta en el parking cerca del medio día ya no quedaba ni un sitio libre: Todo había sido invadido por bicis y motos por igual! Del mismo modo que las calles y aceras no dejaban paso libre. Afortunadamente el plan era coger las bicis y salir disparados a las afueras de la ciudad, al templo y jardín Zen Ryoan-Ji, que está en extremo noroeste, a unos 10Km de donde estábamos. Por el camino disfutamos del Kyoto antiguo y profundo, lejos del bullicio de las tiendas y los coches, había pequeñas calles en un trazado urbano bien cuadriculado, con cientos de casitas bajas. De vez en cuando una avenida, un templo, un río...
Llegamos al templo y jardín zen al poco rato. Aun estando en una colina, a estas alturas y habiendo descansado bien, las distancias y subidas en bici eran tan fáciles como andar en bicicleta!
Estercita tenía planeadas varias cosas por ver en Kyoto y este jardín era una de las prioridades. El Daiuzan Ryoanji fue construído en los 1400's, destruído y re construído a través de los siglos, pasando de ser propiedad privada, a templo sagrado, monumento herencia de la humanidad y al actual templo/lugar de culto/atracción turística que es. Es un extenso y hermoso jardín, con lagos, templos de madera, toris, y un jardín zen de arena peinada con rastrillo y rocas. En su contemplación, varios monjes alcanzaron la iluminación. Yo esperaba tener un momento místico mientras lo observaba, pero era bastante dificil abstraerse con el escándalo de cámaras, flashes, y turistas ruidosos en todos los idiomas del mundo. Aun así el sitio es impactante por su belleza.
De bajada volvimos a adentrarnos en las callejuelas de Kyoto. No dio tiempo de visitar el palacio del emperador, tan solo de rodearlo. Habíamos quedado con nuestro contacto de Warm Showers hacia las 6pm de aquella tarde. No sabíamos cómo llegar a su casa y no estaba en la misma ciudad. Comimos unas sopas de fideos Ramen antes de emprender el camino, que estimamos sería de unos 25 km y no más de hora y media.
Se hacía de noche y el camino, aunque bueno y en medio de la civilización, por momentos se hacía confuso y en algunas partes muy oscuro. Tardamos como unas dos horas en llegar a Takatsuki.
Entonces no lo sabíamos, pero ese sería el último recorrido largo, entre ciudades, que haríamos en nuestra aventura en bici por Japón...
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