La siguiente mañana desayunamos con Akemi, que nos dio a probar Peras asiáticas (Nashi (ja:梨) ) y nos preparó 'Tayakis', unos pastelitos típicos rellenos de crema o puré de ciruela, con forma de pez. Un par de cafés y estábamos listos para seguir recorriendo Tokyo!
Tayaki |
Pedaleamos unos 15 Km al norte. Cruzamos la zona Ginza, con sus boutiques y tiendas
El selfie stick amortizándose! |
Llegamos a nuestro primer destino: el Ueno Park (que está muy güeno!), un gran parque que contiene templos, museos y mosquitos; Grandes lagos con peces, tortugas, patos y barquitos en alquiler: de remos, pedales o en forma de cisne cursi. En algunos rincones hay tanta flor de loto y nenúfares, que no se ve el lago. Paramos en un templo donde Ester hizo el ritual, echó unas monedillas y tocó la campana, pidiendo a las deidades que no nos lloviera demasiado. Después descubrimos que no lo hizo bien, y quizás es por eso que no ha parado de llover desde ese día!
De ahí pasamos al distrito Yanaka. Un barrio antiguo de los pocos que han sobrevivido a las dos grandes catástrofes que asolaron la ciudad: el gran terremoto de 1923 y los bombardeos de la segunda guerra mundial. Se mantienen en pie casitas de madera, templos y unos cuantos cementerios espectaculares! Con cuervos graznando sobre las tumbas y todo.
Recorrimos las estrechas calles de Yanaka a pie para poder tomar muchas fotos, esquivar mejor a las multitudes y echar un vistazo a los menús de los restaurantes (como si entendiéramos algo!). Realmente es por los ojos y la naríz que escogemos donde comer. Ese día fue en un puesto sobre la calle Taito (otra calle típica del mismo barrio con puestos, callejones, geishas), que ofertaba todo tipo de delicias fritas. Comimos pulpo, pollo, bolas de arroz... todo frito! Todo riquísimo.
Estercita se ha vuelto la traductora oficial, capaz de preguntar en cualquier bar "unagi ga arimas ka", algo así como "tienen anguila?". Aun no conseguimos encontrar un lugar donde comer anguila, pero hemos logrado comer todo tipo de manjares, y de momento aun controlamos qué estamos comiendo. No queremos comer ballena :(
Aun no terminábamos de comer las bolas de arroz cuando la tormenta se dejó venir con la furia de mil tsunamis. Nos refugiamos bajo el tejado de una tienda cerrada mientras decidíamos el siguiente paso. No estábamos preparados para tal diluvio, así que tuvimos que comprarnos unos ponchos de emergencia en un "Todo a 100 (yens)". Envalentonados con nuestro disfraz de bolsa de basura, subimos a las bicis para continuar el tour.
cara de lluvia |
Nos dirigimos al santuario Senso-Ji o Asakusa Kannon, erguido a la diosa budista de la piedad. Este santuario de 645 dC, sobrevivió el terremoto del 23, pero fue bombardeado durante la guerra. Ha sido reconstruido siguiendo el estilo original de la era Edo, en los últimos años del siglo XX. Ahí volvió la tormenta, y nos refugiamos junto al resto de turistas bajo el techo de una pagoda que vendía amuletos y ofrendas.
Tratamos de visitar un poco mas de vuelta a casa de Richard. Este sería nuestro último día en Tokyo, pues a la mañana siguiente saldríamos hacia Fuji. O eso teníamos planeado...
Tratamos de visitar un poco mas de vuelta a casa de Richard. Este sería nuestro último día en Tokyo, pues a la mañana siguiente saldríamos hacia Fuji. O eso teníamos planeado...
Woowww es todo tan diferente de occidente!! Tendrán Massa Crítica? ? Jejejje creo que si!! A ver si cuando acabéis vuestra aventura os pasáis por la de Barcelona a explicarnosla!
ResponderEliminarAbrazo pedaleante!!
El Chico de la Bici, que gusto! Yo creo que alguna massa habrá, aunque hay tanta bici que mas bien la hacen cada día. Sorprende que compartan tanto calles como aceras con los peatones sin problemas, quejas ni malos modos. Pero ha de ser algo cultural, algo ancestral! Nos vemos a la massa de Octubre en Barcelona! Abrazo!
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